Muy a menudo estoy viendo a personas que trabajan muy duro en su proceso espiritual, pero al mismo tiempo no sueltan la carencia y la victimización. Quiero que quede muy claro que no estoy desmereciendo el trabajo espiritual que han hecho, sin embargo creo que algo debe estar mal enfocado si eso no se traduce en un mayor bienestar en la tierra. Estar conectado con el espíritu, va de la mano con la certeza plena de como dice Un Curso de Milagros que SOY Y LO TENGO TODO.
Muchas veces repetimos como mantra frases y palabras, pero no logramos hacerlas carne, porque la repetición en sí no es la solución. Lo que importa no son las palabras, si no la certeza de donde estas vienen.
Si yo tengo la certeza de que este mundo es injusto, carente y que debo sacrificarme para lograr algo en la vida, por más que repita que soy abundante, esto no hace ningún eco en la realidad. No se manifiesta en el mundo porque son palabras que no tienen ningún peso.
Cuando yo logro comprender quien soy, que tengo un poder infinito de crear la vida plena que deseo, que lo merezco todo y que soy perfecta, estas creencias se manifiestan en la vida misma a cada momento, dando cuenta de lo que creo y no de lo que digo.
Las palabras crean, es verdad, pero no confundamos lo que eso significa. Lo que crea es la intención, la fuerza y energía que las palabras contienen y no la palabra misma.
Es por ello, que no logro comprender cómo alguien puede trabajar en su vida espiritual durante años, invertir miles de horas de meditación, estudios y práctica sin tener una abundancia infinita en su vida. Porque una cosa no puede ir separada de la otra. Una mayor conciencia espiritual va de la mano de una vida mas plena en la tierra. No puede ser de otra manera.
Pienso que nuestro sistema de creencias ha sido tan brutal en separar el mundo espiritual del mundo físico, que creemos que tener una vida espiritual rica solo se trata de lo que es invisible a los ojos, y que en el plano físico debemos operar con otras leyes, las del hombre. Pero la verdad más profunda es que la vida en la tierra es la manifestación del mundo espiritual, porque ante todo somos espiritualícenlas, somos energía pura, somos almas viviendo experiencias humanas. Por tanto, tener una vida espiritual no debiera estar separado de lo que vivimos a nivel ´fisicoquímicas. El cielo en la tierra es una unidad indivisible, porque aquí se manifiesta lo que creamos en el cielo con nuestras intención.
Si sientes que tienes que sacrificarte, que eres potencialmente víctima, que no tienes lo suficiente, que hay cosas en este mundo que no podrás tener jamás porque no tienes ni tendrás esos recursos, te invito a pensar muy seriamente en cuáles son tus creencias respecto de lo que eres y puedes llegar a ser.