La sensación generalizada es que el año se fue en medio segundo. Hoy me acordé de los primeros meses de este año, en los que veíamos cómo la gran conjunción Urano – Júpiter podría transformar nuestras vidas, expectantes de lo que nos traerían esos meses de cambio y transformación. Hoy desperté pensando en que el año está a punto de terminar y que parece que hubiera sido un suspiro. La conjunción caía en mi casa 9, la casa de los viajes largos, otras culturas, estudios profundos y efectivamente este año he tenido y tendré que viajar como no lo había hecho en años. Por eso mismo pensaba en cómo ya no tengo fechas para descansar hasta diciembre, porque mi calendario está a tope. A su vez, cada momento del año lo he dedicado a las largas horas de estudio de una formación que me tiene fascinada, pero también agotada.
Si miro para atrás, realmente ninguna de esas decisiones las he tomado muy conscientemente. Cuando decidí tomar la formación, fue lo que me pareció más natural en la vida, nunca reparé en el hecho de que estaría influenciada por la conjunción, y cada viaje ha surgido de manera tan espontánea, que no parece que fuera el efecto de nada más que la vida misma.
Eso es lo mágico de los cambios. Ocurren de una manera tan sincrónica que llega a dar miedo mirar las energías que los impulsan y generan cuando todo está disponible para que sucedan. En cambio, cuando es algo que empujamos nosotros, sin que tengamos ayuda de parte del universo, se transforman en una carga, una montaña que hay que escalar y que no sabemos si podemos sobrevivir.
Siento como si todo estuviera en cámara rápida, dejando muy poco espacio para detenerse y saborear el proceso. Por eso hoy desperté, y quise revisar cómo hemos llegado a mediados de Agosto sin que yo me hubiera dado cuenta.
Este año, un año 8, hoy un día 8 (7+1) y un mes 8, es un muy buen momento para hacer un alto y tomarse un instante para respirar, ver lo que pasó, lo que me mostró y lo que debería entender a partir de toda la experiencia vivida. Que el año no sea solo una anécdota, una mancha en el calendario esperando que llegue el siguiente mucho más rápido de lo que creemos para hacernos vivir nuevas experiencias que si no nos detenemos tampoco podremos procesar.
Te invito a tomar un respiro, bajar las revoluciones, ir un ratito a la zona de descanso para tomar el aliento necesario para el año que queda y poder disfrutarlo.